Después de vuestras sesiones de esquí, ¿qué mejor para recuperarse que un baño caliente al aire libre con vistas sobre las montañas nevadas? Sumergíos en un agua a 40º para relajar vuestros músculos y vuestro interior. Por la noche, reuníos alrededor de los braseros para disfrutar de un momento de convivencia antes de acostaros. Os facilitamos también una guía de ejercicios suaves para despertaros y estiraros por la mañana, con tal de preparar vuestro cuerpo para la jornada de esquí.